AQUÉL QUE DANZA

24.11.2015 12:00

Aquél que danza

se olvida de sí para ser el ritmo.

Danza, poeta de la vida.

La melodía la ponen las circunstancias

y  tu cuerpo es una caña

al compás del viento de las estrellas.

Danza, olvídate de tu nombre

para unirte al Gran Nombre

que todo lo explica con el Silencio.

 

Gira… Gira. Hasta perderte

en un no estar en ningún sitio

en un no mirar a ninguna parte.

Únete al Gran Cosmos en su girar eterno.

Danza, poeta de la vida.

 

Cuando empiezo a bailar

baila en mí todo el universo.

Cuando giro sobre mí

trato de unir el pasado al presente

y  el presente al futuro

en un ahora prolongado

y abrazarlo en mí,

con mi cuerpo.

Cuando estoy bailando

doy la mano a las estrellas

y  las uno al mundo.

Cuando termino de bailar

todo se duerme,

como en un descanso,

buscando llegar al equilibrio del sueño.

 

¡Oh espíritu danzante!

Que tocas con tus dedos

la flauta del cuerpo

y enciendes las notas

encerradas en sus chakras.

¡Oh, espíritu danzante!

Cada vida es una partitura

que tú debes interpretar

ante los dioses de la eternidad,

sentados más allá del tiempo y el espacio.

Cayetano Arroyo.